Estamos alejados de lo que realmente es el factor de atracción de aquello que queremos manifestar pues realmente no somos transparentes con nosotros mismos. Al inicio de esta serie de cuatro artículos os emplazaba a este momento, después de un proceso de creación con la flor de la vida, para obtener la clave de manifestación. ¿Cómo lograr que se plasme en este momento aquello que anhelo?

 Para acercarnos al resultado, veamos un movimiento más en la Flor de la Vida.

 Cuando haces este recorrido, siguiendo el orden que te indico, se está produciendo una transformación de tus prioridades pasando a escuchar lo que nuestra alma, nuestro Cristo Interno, sabe y conoce, aquello que es esencial para nosotros y nos acerca o nos une a nuestro propósito de vida. Es desde este lugar desde donde podemos manifestar todo aquello que deseamos, más no desde un espacio mental.Incluso en este recorrido nos encontramos con aquello que el corazón sueña, tampoco esto es es lo primordial. Decían los Esenios que había que orar con el convencimiento de que ya todo era dado, de que ya todo estaba presente ahora. Orar desde su visión es poner en marcha nuestra maquinaria interna de creación, nuestra maquinaria de vida y poder de manifestación. Esta es la clave de la oración, y mostramos que estamos de acuerdo con ello, que sentimos que ya todo es ahora, aún cuando no podamos observarlo manifestado, al decretarlo. El decretar, darle fuerza a ese anhelo, con la palabra creadora estamos acelerando su manifestación. Así la palabra hablada es un acelerador. La chispa es el YO SOY. Si aunamos el YO SOY al resultado que hemos obtenido dentro del cuadrante del ANHELO, estamos propiciando que esa realidad sea manifiesta. Y en realidad, cuando hablamos de nuestro propósito vital, todo está dado, pues en otros planos más sutiles esa realidad ya existe, es parte intrínseca nuestra y hemos venido aquí a experimentarla. Es la aceptación, la confianza y la gratitud lo que da lugar a que se manifieste esa parte tan preciada para nosotros. Aceptación del anhelo, una vez descubierto, confianza en él, y gratitud pues somos parte de ello.

Ya todo está creado, ya todo existe en distintas lineas del tiempo, en distintos espacios. Nuestra intención consciente,nuestra atención y nuestra acción, como sinónimo de coherencia e integración entre el pensar, el sentir y el hacer da lugar a que se manifieste nuestro existir. Todo existe ya, sólo hemos de elegir. La elección consciente o la elección inconsciente, marca la diferencia. 

 Os invito a experimentar con todo este proceso mágico de la Flor de la Vida y llegar a la escucha interna, profunda, oculta a las miradas que pueden debilitarlo y durante todo el recorrido preservar la esencia de aquello que queréis manifestar, atendiendo a La Guardiana Silenciosa, a custodiar lo que estamos creando al igual que hacen los Elohims cuando tienen encomendado construir cualquier forma.

Y ¡La gratitud! La fuerza magnética del corazón que liga toda la alquimia que realizamos con este proceso. Orar es sentir que ya es, ahora. Orar generar la fuerza interna que atrae y manifiesta el resultado elegido. Orar es creer, sin lugar a dudas, que ya es. Orar es Agradecer. Cuando agradecemos, generamos el resultado, lo atraemos y manifestamos. !La clave de todo el proceso es la gratitud !, ¡La gratitud genera la Gracia !