“La cantidad de personas comprometidas con un cambio consciente está en aumento”
El autor del libro “ConCiencia. Acceder al inconsciente” advierte con rotundidad que el problema de la salud mental va en aumento como problema social. Sin embargo, en contrapeso considera que aumenta el número de personas comprometidas con una transformación del ser.
Pregunta: – ¿La sanación radical es posible?
Respuesta: – No debemos caer en el absolutismo. Partimos de que el desarrollo de la vida aquí no es perfecto. Sin embargo, si hacemos un análisis desde la experiencia, podemos constatar que existen reacciones y cambios que, aunque incomprensibles, podrían manifestarse como transformaciones drásticas. La naturaleza puede sorprendernos, y sus posibilidades son infinitas.
P: – ¿Una sociedad en general puede parecer ansiedad o es un trastorno individual?
R: – Percibimos los trastornos de manera individual, en sintonía con nuestra composición única. Sin embargo, al ser todos parte de una misma fuente (la energía), puede observarse cómo aquello que afecta a muchos individuos puede parecer que pertenece al colectivo. Este fenómeno se asemeja al concepto de inconsciente colectivo o la masa crítica.
P: – ¿La salud mental está en una gran crisis en la actualidad o siempre lo ha estado?
R: – Este fenómeno va en aumento. La mente está condicionada por múltiples factores: cambios sociales rápidos, cualquier tipo de violencia, inseguridad que genera desesperanza y otros elementos que, a medida que aumenta la población, se propagan con mayor rapidez. Todo esto se ve precipitado por el estilo de vida actual al que contribuyen las tecnologías.
P: – ¿Desde la política se ignora la salud mental por ignorancia o por conveniencia?
R: – No soy juez. Sin embargo, no me cabe duda de que nuestros lectores tienen muy clara esta respuesta.
P: – ¿Y cuáles son las soluciones que el lector encontrará en su libro?
R: – Son sencillas. No es necesario salir de casa ni realizar una gran inversión en productos. Sabemos que, en muchas ocasiones, las soluciones más efectivas están en las ideas más simples. En el ámbito de la salud, sin embargo, solo desconfiaremos de esta simplicidad. La información sobre lo que nos ocurre se encuentra almacenada en una “carpeta” interna. Como decía Carl G. Jung: “Hasta que no hagas consciente lo inconsciente, seguirá dirigiendo tu vida y lo llamarás destino”.
P: – ¿Cómo explica lo que en el libro denomina ‘Terapia del alma’?
R: – Sabemos por la física cuántica que somos energía. El alma es energía, y tiene la facultad de no tener límites. La Terapia del Alma permite conocer el qué y el para qué de nuestras experiencias. A través de esta conexión, podemos explorar aspectos de nuestra historia que han quedado grabados a nivel inconsciente, permitiendo no solo su comprensión sino su transformación. Este tipo de terapia busca desenterrar bloqueos y traumas que llevamos como parte de nuestra “mochila energética”, acumuladas no solo en esta vida, sino también a lo largo de nuestras experiencias pasadas. La terapia de alma se centra en hacer conscientemente esta carga para liberarla, con el fin de aliviar síntomas físicos, emocionales y mentales que a menudo no tienen explicación aparente.
En definitiva, la Terapia del Alma nos abre la puerta a una profunda comprensión de nosotros mismos, permitiéndonos sanar, entender nuestro propósito y alcanzar una paz interior basada en el conocimiento y la integración de nuestro cuerpo-mente-espíritu.
P: – ¿Qué le diría a un escéptico que descalifique su teoría a simple vista?
R: – El escepticismo se basa en creencias, pero la ciencia se basa en otros parámetros. Lo prudente, entiendo, es investigar, comprobar y, después, emitir una opinión o juicio. Sin este proceso, el escéptico difícilmente puede ser considerado creíble. En lugar de asumir como falsas o absurdas ciertas realidades sin verificarlas, la ciencia nos invita a observarlas y estudiarlas de manera empírica, abriendo la posibilidad de nuevas interpretaciones. Este camino de investigación implica analizar tanto el origen de los fenómenos como sus posibles implicaciones, en lugar de caer en la negación sin fundamento. Solo así, con un enfoque abierto, podemos discernir entre lo que realmente forma parte de nuestra experiencia humana.
P: – Habla usted de los bloqueos a los que nos vemos sometidos. ¿El
escepticismo sería un bloqueo?
R: – Para que una persona o sociedad alcance un nivel de desarrollo avanzado, es esencial que no dependa únicamente de creencias heredadas o impuestas, sino que ejerza un criterio propio, que es el fundamento de una visión crítica y de una mente abierta. La verdadera evolución personal o social requiere un análisis que integre distintas perspectivas y que reconozca la posibilidad de intereses externos que pudieran existir.
Es precisamente la falta de esta autocrítica o revisión la que limita a muchos de vivir en una realidad condicionada, aceptando dogmas que nunca se han cuestionado. ¿Cómo podemos afirmar que nuestras decisiones son verdaderamente nuestras si nunca hemos analizado su origen o su posible manipulación?
P: – ¿Nos educan para estar bloqueados?
R: – A lo largo de nuestra historia como especie, hemos ido delegando muchas de nuestras responsabilidades en los demás, confiando en que alguien más resolverá nuestros problemas o dirigirá nuestro camino. Aunque esto ha sido un proceso gradual y multifacético, el resultado es evidente: nos hemos ido desconectando de una verdadera comprensión.
Después de tantos milenios habitando este planeta, deberíamos tener claro que la evolución consciente exige compromiso y esfuerzo propio. Sin embargo, la tendencia a la comodidad y al conformismo ha llevado a muchos a evitar asumir responsabilidad directa por su propio desarrollo y a depender de factores externos para guiar sus decisiones. ¿No será hora de cuestionar ese modelo y empezar a asumir un rol más activo en nuestras vidas y en la forma en que entendemos el mundo?
P: – Su libro arriba a la tercera edición, ¿son muchas las personas que quieren despertar?
R: – La cantidad de personas comprometidas con un cambio consciente está en aumento; Sin embargo, sigue siendo insuficiente si observamos el contexto general de la sociedad. No es necesario realizar una encuesta exhaustiva para darnos cuenta de esta realidad.