El libro «ConCiencia«, del psicólogo Avelino Martínez Granados, presenta un interesante cruce entre filosofía y terapia. Desde su juventud, este autor ha sentido una fuerte inclinación hacia la escritura, especialmente en el ámbito de la poesía. A través de sus páginas, el lector es guiado por experiencias que buscan desentrañar las capas más complejas del inconsciente. En lugar de ofrecer un relato típico de autoayuda, se revela una obra que muestra una comprensión crítica y matizada de la mente y el espíritu humano, al mismo tiempo que invita a explorar nuevas maneras de ser y pensar. Cada capítulo ofrece un espacio para la reflexión que va más allá de lo meramente terapéutico.
ConCiencia |
El impulso por escribir, “que tal vez fue necesidad”, surgió a raíz de su labor con los pacientes. Esta vivencia es la que enriquece su narrativa, alejándose del enfoque académico o científico tradicional. Como terapeuta, ha enfocado su atención en las diversas dimensiones de la experiencia humana, lo que otorga a su escritura un ritmo que resulta tanto íntimo como accesible. Cada uno de sus relatos se desarrolla con una fluidez que roza lo literario, sin sacrificar la esencia testimonial. El autor afirma: “He procurado no añadir nada propio y mantenerme estrictamente fiel a lo experimentado y a lo observado,” una declaración que resume la esencia de su obra: una sinceridad libre de artificios.
ConCiencia presenta una característica singular: además de su propósito terapéutico, se trata de una búsqueda existencial. La idea de la “Terapia del Alma” se evoca, un término que trasciende el ámbito de la psicoterapia. En esta obra, el alma no solo es una metáfora, sino también una realidad energética, resonando con visiones tradicionales que conciben al ser humano como una entidad profunda y multidimensional. Se menciona que el alma “transporta nuestra esencia” y se plantea que nuestras experiencias, miedos y deseos quedan anclados en ella. La reflexión literaria emerge cuando el autor propone, con un tono paradójico, que en ocasiones el silencio puede comunicar mucho más que cualquier interpretación; así, el lector asume un papel activo al ser quien completa y descifra el mensaje.
En una sociedad caracterizada por el miedo
El tratamiento de la cultura contemporánea por parte de ConCiencia también revela una dimensión crítica. Avelino Martínez Granados plantea que, al desconectarnos de nuestra esencia, estamos perpetuando un ciclo de dolor y miedo que, según él, podría ser evitado. “Si lo que generamos en el inconsciente colectivo está marcado por el miedo, la envidia, el ego… eso es lo que estamos manifestando,” destaca, ofreciendo una crítica que actúa como una alerta. Sus afirmaciones van más allá de lo personal y se extienden hacia lo social.
La noción de “sanación radical” es un desafío que nos presenta el autor, describiéndola como “una forma de sacudir la mente del lector”. Propone una transformación profunda y casi revolucionaria en nuestra percepción de nosotros mismos. Aunque el término radical suele vincularse a cambios drásticos, el autor sugiere que este proceso puede ser tanto lento como revelador. En esta concepción de radicalidad no hay lugar para la violencia; más bien, se trata de un acto exploratorio en el que el lector avanza con libertad y paciencia, similar al proceso de escritura, donde las palabras fluyen lentamente hasta dar forma a una narrativa que emerge entre las sombras.
Un lugar para la reflexión
ConCiencia se presenta, ante todo, como un libro que brinda oportunidades a aquellos que ven en la literatura tanto un refugio como un reto. Permite reflexionar sobre la vida personal, invita a considerar la esencia humana como un texto en sí mismo y desafía las ideas preconcebidas. No se trata de un manual ni de una mera invitación a cambios superficiales; más bien, es una obra que puede ser leída como una meditación en constante movimiento.
“Contribuye al desarrollo interior de nuestra esencia cualquier proceso que implique una toma de conciencia. Mis propias experiencias, así como la práctica de la terapia con otras personas, me brindan la oportunidad de mejorar en diversos aspectos y de obtener herramientas valiosas para gestionar mi vida de manera más efectiva. Además, la escritura de ConCiencia ha sido un factor importante en mi transformación personal.”
La esperanza de Avelino Martínez Granados se manifiesta en sus palabras, las cuales invitan a considerar que “somos algo más que un cuerpo”. Esta reflexión invita al lector a profundizar y cuestionarse, animándolo a explorar más allá de las páginas. Es importante destacar que evita caer en la dramatización excesiva; en cambio, presenta sus ideas y relatos con una simplicidad que nos permite vislumbrar una realidad auténtica, despojada de adornos.
El recorrido creativo del autor continúa más allá de ConCiencia. En un futuro cercano, se lanzará su nueva novela, Los Dormidos, que pertenece al género de la ciencia ficción distópica. A pesar de las diferencias en tono y temática, ambos escritos reflejan un interés común por investigar la conciencia humana y sus fronteras. Este proyecto resalta su creencia de que tanto la literatura como la vida, al igual que el proceso de sanación, pueden ser experiencias expansivas e interconectadas.
La obra ConCiencia se adentra en los límites que separan la narrativa testimonial, la filosofía y la reflexión terapéutica. Se sugiere que debe ser abordada tanto desde una perspectiva interna como desde un análisis crítico. En última instancia, Avelino Martínez Granados se presenta no solo como un terapeuta, sino también como un observador profundamente comprometido con la esencia humana. Su trabajo va más allá de las clasificaciones tradicionales, abriendo así una puerta hacia una forma de literatura en la que el proceso de sanar se transforma en el acto más genuino de autoconocimiento.
“No fue un evento que sucedió de manera espontánea o casual. La motivación detrás de la escritura de este libro radica en la tranquilidad y la certeza de que este conocimiento es algo inherente a nuestra especie, el cual, sin duda, produce un impacto real y profundo. No pienso que ya tengamos todas las respuestas; por el contrario, estoy convencido de que lo que aún nos queda por descubrir supera con creces lo que conocemos hasta ahora. Tal vez todavía estemos en una etapa inicial y ni siquiera los conceptos que utilizamos estén definidos de manera definitiva. A mi juicio, lo fundamental es continuar con la búsqueda”.